8 acercaba a lo potencialmente europeo para alcanzar una diferenciación de lo criollo-popular. Un aspecto constante fue que los teatros siempre se caracterizaron por ser espacios de exhibición, tanto en aquellas presentaciones para la incorporación sociedad como en recintos más modestos, donde la fascinación por lo espectacular llevaba aparejada una oportunidad de otear a los demás, de mostrarse y de encontrarse. Esto marcaba indeleblemente a los espectáculos con una connotación imperdible en el calendario y en la vida de las ciudades. Ahà están las viejas costumbres propias de la plaza pública, donde los asistentes al Teatro Municipal de Santiago acudÃan a las funciones bajo un fiel comportamiento establecido para ser vistos y admirados 9. El presentación podÃa conservarse a ser más importante que la obra misma que se presentaba. La función del teatro como espacio primordial de apreciación artÃstica se instala en Chile al conservarse el siglo XX. Para esa data, ya existÃan teatros de gran capacidad, con aforos de más de mil personas en ValparaÃso, Santiago, Concepción, Copiapó y Talca. Y la hacienda del paÃs llegaba especialmente preparada para el cambio de siglo, con unos cuarenta salones de espectáculos, baratos y cultos, habilitados en Santiago, una ciudad, por ese entonces, con cerca de habitantes 10. A la vez que se construyen teatros en los centros urbanos, estos se convierten en un requisito de civilidad y progreso, propio de las grandes ciudades modernas de Oeste. Es Figuraà como las plazas de armas de diversas ciudades de Pimiento contemplan entre sus edificios principales, próximo con el teatro, el edificio notorio y 9 Op. cit. Piña, pp Op. cit. González & Rolle, p el templo católico, un almacén, singular o tal momento más restaurantes y posadas, y en algunos casos un mercado 11. La actividad de apreciación artÃstica era aún hegemonizada por los teatros 12. Al no sobrevenir radio ni tv, la mayorÃa de las expresiones musicales, teatrales y de la danza se daban en este espacio. Es más, en el teatro nace el embrión de lo que se puede Concretar como industria cultural, poco que sucede en la medida que exista un manifiesto masivo que se convierta en consumidor, más que productor 13.
19 Manual de uso y mantención del propietario del área / Concepto Design La Dehesa de las cerámicas y mantenga un stock para eventuales cambios de palmetas que deba realizar. En el caso de corresponder un requerimiento futuro En el interior del plazo de respaldo del proveedor por desperfectos de factorÃa, se contactará a la empresa que corresponda a través del Departamento de Post Cesión. Existe la posibilidad que el producto instalado se encuentre descontinuado o tenga diferencias de tono por ser de distintas partidas, situación en que se acertará la mejor alternativa de reparación posible al propietario sin incurrir en cambio completo del circuito o dato. En el caso que se deba incurrir en reemplazos de palmetas por fisuras de retracción o sonido hueco de la superficie de cada Dispositivo siempre que presenten rebelión, el propietario se compromete a aceptar la alternativa similar ofrecida por el fabricante. Particular precaución hay que tener al perforar una cerámica o porcelanato sin embargo que puede trizarse, romperse o desprenderse y afectar de igual forma a palmetas contiguas. La Empresa Constructora se hace responsable de las observaciones hechas en las cerámicas al momento de la entrega. Posteriormente de este proceso, es responsabilidad del propietario el correcto mantenimiento de ellas y no se acogerán a respaldo piquetes, trizaduras o saltaduras informadas a posteriori de la entrega. 2. DESCRIPCIÓN DEL DEPARTAMENTO A continuación presentaremos las principales caracterÃsticas de los elementos de terminaciones que conforman su propiedad.
Para medir el comba del EspecÃfico, la consideración máxima que puede considerarse corresponderá a cuatro metros en cada localidad. Queda estrictamente prohibida la asistencia de personas de pie. porque como las salas con que cuenta son reducidas en tamaño no puede hacerse partÃcipe a toda la sociedad de Melipilla en cada momento. Encima si determinado tiene distinto interés de asistir a estas veladas de arte cultural puede escribir a Circulo de Divulgación Cultural, Casilla 53, Melipilla 184. Tres años más tarde, en marzo de 1946, un grupo de vecinos patrocinados por el municipio se embarcó en la idea de tener conciertos de música clásica, interpretada por importantes músicos seleccionados en Santiago. La primera fecha fue el turno del violoncello con Rolando Valenzuela, quien interpretó en el Teatro Serrano creaciones de Haydn, Bach y Mozart, entre otros. Músicos de renombre universal y consagrados como los maestros en ese bello arte de sutil y superior belleza, en ese arte que llega a todos para absorber cerebro y corazón expresó El Labrador 185 los dÃVencedor previos a la primera cita musical. La segunda aniversario cambió de decorado. La razón estuvo en que la concurrencia no ameritaba un espacio tan sobresaliente, y que el giro de los organizadores para con el ciclo era de un bullicio menos rústico que el Serrano y más selecto, considerando la gratuidad de la cita. Para esta excursión, la invitada fue Olga Fariña. En el cloruro sódicoón municipal, dispuesto para 230 personas, la cantante oda deleitó a un sabido integrado por las familias más importantes de la comuna, en dependencias edilicias adornadas con dalias rojas, jarrones y cubiertas de una Entorno distinta. La tercera y última jornada no cambió de locación, permaneció en la casa consistorial, pero exigió la importación de una 184 El Labrador, 17 de marzo de El Labrador, 24 de marzo de
Y a nosotros nos gustaba cualquiera, si la cuestión Cuadro ir a la matiné. HabÃa mexicanas con personajes como el Zorro o El Tigre. Bancal entretenido, sobretodo cuando estábamos un poco más grandes y éramos más desordenados y tenÃamos roce con los compañeros. Cuando era una pelÃcula de actividad, de indios, generalmente los indios la estaban ganando toda y a los uniformados sin embargo no les quedaban balas, y al último un compadre decÃa qué vamos a hacer, otro decÃa rindámonos, que no, y no faltaba el que metÃa un palo en el rifle y cloruro sódicoÃa una bandera que decÃa Bang!, tonteras VencedorÃ. Luego sonaba la trompeta con los refuerzos de la caballerÃa y comenzábamos a golpear la Colección con los zapatos. El Teatro Serrano se movÃa y sonaba muy musculoso, imagÃnate cien compadres golpeando porque venÃa la caballerÃa. Y a veces salvaban la pelÃcula y los indios se iban. Los cabros cloruro sódicoÃan de la pelÃcula diciendo qué bueno, se salvaron los compadres. La Parentela se metÃa en las pelÃculas, participaba. La desinhibición y el flujo de las emociones ocurrÃa en el Serrano al amparo de una oscuridad igualadora, que respondÃa a los estÃmulos de una pantalla donde se sucedÃan simpatÃaÃos, corridas, balaceras, besos, matanzas y persecuciones en las que el notorio se involucraba como un tercer actor, un partenaire que seguÃa tanto las variaciones del filme u obra de turno, como las propias que se daban entre la concurrencia. Decenas de héroes e Ãdolos infantiles nacieron allÃ. Y en la calle y la casa todo servÃa para imitar a los cocodrilos de Tarzán, las pistolas de los blue jeans y las plumas de los indios que siempre perdÃan en los westerns del gran pantalla
10. además de satisfacer, les abrÃan un horario impensado hasta ese momento. Como ni siquiera tenÃan nombre para estas nuevas funciones, las bautizaron con el nombre de vermouth, el trinque favorito de las señoras. De esta modo, desde un inicio la vida cinematográfica en Chile tuvo los tres horarios que se convertirÃan en un clásico: matiné, vermouth y Confusión 81. El dueño del Biógrafo Kinora era un castellano llamado José Casajuana Ochoa, que en 1907 trajo a Chile una máquina de proyección con la distinto caracterÃstica de ser móvil. Es decir, podÃa itinerar en cualquier parte e instalarlo con relativa facilidad. Llevaba consigo cintas de noticieros y otras como Las corridas de toros, Ladrones de Nidos, La Toma de Puerto Arturo, Los Últimos DÃTriunfador de Pompeya, todas ellas de origen francés, italiano, ruso o sueco 82. Europa fue la cuna fÃlmica y de allà el cinema se esparció por el mundo con una velocidad feroz, a tal punto que llegó hasta Melipilla rápidamente. Con breves pelÃculas cómicas y dramáticas, y con cintas de actualidades, arribó de la única forma en que podÃa hacerlo: como la tomatillo de la torta para las celebraciones patrias de El municipio cada año coordinaba una comisión particular para el aniversario de la independencia Doméstico, que incluÃa el Te Deum habitual en la Iglesia Matriz, carreras pedestres, discursos, recitaciones, faroles chinos, fuegos artificiales, la música de la lado y el desfile de carros alegóricos en la Plaza de Armas, a lo que sumaban partidos de fútbol y carreras de caballos en el sector de El Llano. 81 Santana, Alberto, Grandezas y miserias del cinematógrafo chileno, Santiago de Chile, Editorial Misión, 1957, pp Op. cit. Santana, p
Triunfadorà la graficó el obra que promocionó el informe La Constitución, titulado Deberes de la mujer cristiana, del PresbÃtero José Venegas, donde se le enseñaba no sólo a comportarse de acuerdo a los criterios de Cristo, sino igualmente como mujer. Según la publicidad, era lectura indispensable para la mujer católica, sea soltera, casada o viuda 60. No cualquier mujer lo podÃa descubrir, porque el censo de 1895 daba cuenta que de los habitantes del paÃs, solamente un 32% sabÃa descubrir y escribir. En estos tiempos de cambio de siglo y en un mundo de hombres, los teatros existentes eran dos: el Teatro Pasatiempo, de un señor de apellido Puigcerver; y el teatro de Ricardo CortÃnez, quien junto con tener una tienda de diversos productos, igualmente contaba con dicho recinto de calle Ortúzar. Ningún poseÃa salvoconducto comercial para tal giro, y eso era en parte porque estos espacios de pequeñCampeón dimensiones eran utilizados esporádicamente. Su actividad se remitÃa a beneficios organizados por el cura del pueblo, quien traÃa algunos músicos de Santiago; o por el comerciante CortÃnez, simplemente para adivinar gusto a una sociedad que se aburrÃa soberanamente, especialmente en los dÃVencedor de otoño e invierno. La primavera y el verano eran más benignos para actividades que se hacÃan, principalmente, en la Plaza de Armas, rodeando el kiosco sobre el que se instalaban los músicos de la siempre carente de capital lado municipal. Cinco eran las 60 Por cierto los cánones estéticos de la mujer eran, y serÃan hasta los primaveras 60, tremendamente estrictos. Una carta de un Congregación de mujeres de Melipilla, publicada por El Comercio, el 1 de marzo de 1907, bajo el titulo Disfraz inaceptable, criticaba la vestimenta de una mujer proveniente de otra ciudad, que paseó por la Plaza de Armas con un traje de hombre. La misiva de este grupo de mujeres se quejaba diciendo: Con este acto, que seguramente meditó mui poco la simpática señorita, se hizo el hazme reÃr de muchos jóvenes dándoles al mismo tiempo motivo para que nos juzgaran mal a todas aplicándonos calificativos que la delicadeza nos priva de tirar
Mientras, en los barrios sucedÃan cosas, pocas, aisladas, llenas de la adrenalina por exponer el cuerpo y una vida frágil que necesitaba cobijo. Allà la Iglesia Católica en Melipilla, tal como en todo el paÃs, fue refugio de muchas voluntades de asociatividad que vieron en la cruz de Cristo una válvula de escape. Enrique Valdés, quien serÃa un actor relevante en la vida polÃtica y cultural de Melipilla al crear el Centro Cultural Pehuén, fue uno de aquellos que vivió la infancia, adolescencia y primera juventud en los setentas, allegándose a la parroquia La Merced y a los grupos que allà se formaban para asociarse con otros. Empecé a participar cuando tenÃa 14 años, cualquiera me llevó. HabÃa varios grupos, se aumentaron posteriormente, llegaron personas mayores aún. Mi inquietud Bancal la asociación, porque nos vimos limitados. Cuadro recomplicado juntarse, pero la Iglesia daba esa posibilidad. Ahà me hice mis grandes amigos y a través de la participación eclesiástica y social empezamos a pensar qué pasaba en Melipilla y en el paÃs, y nuestra función como Congregación fue de apoyo, a los que hacÃan catequesis, en el incremento de la música. Con algunos amigos de ahà fundamos el Pehuén, y lo mismo estaba ocurriendo en la parroquia San José y en la parroquia Santo AgustÃn. Por cosas naturales empezamos a interrelacionarnos, a desarrollar teatro en el mismo templo sobre las cosas que nos ocurrÃan como sociedad. Al tejadillo del catolicismo, las vocaciones artÃsticas fueron creciendo y alimentándose. Pero si correctamente los grupos juveniles hacÃan sus trabajos en parroquias, a la similar intentaban resistir a cabo peñGanador que pretendÃan fueran ocultas de los militares, aunque Melipilla era una ciudad tan pequeña que difÃcilmente resistÃa que una parte no supiera lo que hacÃa la otra. En 1978 se pro
73 Con el pasar de los abriles no solamente serÃa el puntal de grupos musicales, sino un efectivo impulsor de la guitarra en la ciudad 190 y singular de los precursores y protagonistas del festival más importante realizado en los teatros en Melipilla, pero para eso aún evitarÃa tiempo. Unos años beocio que Sagredo, y sólo dos semanas antes de este mÃtico acercamiento con el trÃo de boleros Los Panchos, otro Irreflexivo estarÃa una gran emoción propia de aquellos tiempos. Fue en la Fiesta de la Primavera, cuando la tradicional celebración organizada ese año por el Cuerpo de Bomberos, y liderada por su comandante Oscar Núñez, bullÃa con competencias deportivas, festejos en el teatro, corsos, carros alegóricos adornados, obras de beneficencia, música en la Plaza de Armas, murgas y comparsas, y el entretenimiento del mejor disfraz pueril en que un muchacho de 8 años sacó el segundo sitio. Su nombre: Ramón Núñez Villarroel, el mismo que abriles luego se modificarÃa en primera figura del teatro Doméstico y, décadas más tarde, en Premio Doméstico de Arte, mención teatro 191. Núñez Cuadro hijo del ambiente de las tablas que de manera amateur se habÃa cultivado incipientemente desde los primaveras vigésimo en el pueblo melipillano. A mi padre le gustaba mucho el teatro y yo crecà en un medio donde se hablaba mucho de teatro, se hablaba de chascarros, cuentos, anécdotas, historias divertidas de cuando mi abuela iba con la empleada con canasto con sanguches y empanadas para que no les diera sofocación con tanta comedia. Se demoraban un año en soliviantar 190 Al respecto revÃsese el artÃculo: Cabrera, Valeska Historia de la Guitarra Clásica en Melipilla I y II en Tribuna Pública, Año VI, núm.
14 XX hasta 1932, año previo a la inauguración del Teatro Serrano. Este perÃodo es prolÃfico conveniente a que en él se concentra el mayor número de teatros que ha tenido la ciudad. El posterior perÃodo transcurre desde la creación del Serrano hasta el año de la creación del Cine Palace, es afirmar entre 1933 y El tercer capÃtulo narra el apogeo del Palace, abarcando desde 1969 hasta 1989, cuando sin embargo su actividad venÃa en franco decaimiento. Este tercer perÃodo concluye acá acertado a que con la redemocratización en la perÃodo de 1990, y el cambio del contexto social y polÃtico que ello implicarÃa, se auguraba una comprensión y renacimiento de las artes en AjÃ, pero que en Melipilla no existió. Por esta razón, el capÃtulo 4 aborda separadamente la situación exquisito-cultural melipillana desde 1990 hasta final de siglo. Ahora correctamente, en lo que respecta al entrada a las evidencias empÃricas, previo a la búsqueda de fuentes primarias, se comenzó con el Descomposición de la bibliografÃa existente respecto de Melipilla y sus aspectos culturales e históricos 34. Los libros a los cuales se accedió fueron: Melipilla, entre la historia y la Inscripción, de Carlos Avilés 35 ; Recopilación de Melipilla, de Carlos Ruiz-Tagle 36 ; Historias locales III, de Hanny Suckel y Jorge Larenas 37 ; y Melipilla en la literatura chilena, de Gustavo Santo MartÃn 38. En tér- 34 Cerca de añadir que estos fueron todos los textos catalogados en la Biblioteca Nacional. Lo que corresponde a su oportunidad al Depósito LegÃtimo, es opinar, la obligación civil de destinar ejemplares para ser ingresados a los registros nacionales. Disposiciones contenidas en la Ralea de Sobre libertades de opinión y ejercicio del periodismo, ArtÃculo Avilés, Carlos, Melipilla, entre la historia y la Divisa, Santiago de AjÃ, Eds. Nueva Trayecto, Ruiz-Tagle, Carlos, Recopilación de Melipilla, Santiago de Chile, Ilustre Municipalidad de Melipilla, Suckel, H.
El Pimiento Perplejo, del avanzar sin transar al transar sin detener, Santiago de Chile, Ariel, 1998, p Human Rights Watch, Los lÃmites de la tolerancia: voluntad de expresión y debate manifiesto en Chile, Santiago de AjÃ, LOM Ediciones, 1998, p El Labrador, 8 de junio de homenaje a unidad de los padres del radioteatro y las telenovelas. Moya Grau terminaba de acudir la teleserie MarÃa José en Canal 13, la primera del rubro hecha en AjÃ, y con parte de ese elenco presentó A mà me lo contaron, sainete de Lucho Córdova y Américo Vargas. En estas actividades, Mallea siempre procuraba involucrar a los niños del colegio con los actores y actrices que acudÃan a la ciudad. GanadorÃ, ese mediodÃa de junio, parte del estudiantado presentó una parodia de la misma teleserie con mariposas, enanos y una Comparsa inmaduro de pequeños animales. Los chicos lograban acercarse al teatro y lo harÃan una tiempo más, un mes después, con la puesta en escena de Mi adorada idiota con Jael Unger, Gastón Quezada y Tennyson Ferrada en el mismo Palace. El afán teatral de Eduardo Mallea es recordado por su hijo Eduardo con las imágenes de una infancia en que veÃa pulular por su hogar a figuras de las tablas nacionales. En ese tiempo mi papá estaba a cargo del colegio Alonso de Ercilla, y le escribió una carta a Moya Grau, y él trajo todo el personal de una teleserie que era la única de ese entonces. Y de ahà empezó el vÃnculo. Luego mi papá se encontró con un amigo: Ramón Núñez. Lo fue a ver a Santiago y empezaron a traer obras de las escuelas de teatro y del teatro de la Universidad Católica, con unos montajes que ahora no hay, una cosa tremenda, y se hacÃan temporadas en Melipilla. Y de ahà suma y sigue, vinieron todas las obras de la Católica, morapio el teatro ICTUS, con Nissim Sharim, Delfina Guzmán, Silvia Piñeiro. Todas ellas eran mis tÃFigura, pasaban en la casa, y igualmente empezó a traer espectáculos que ni él mismo se explicaba cómo podÃa traerlos
99 todas las figuras del momento. TendrÃan que acontecer traÃdo figuras extranjeras y eso no se estilaba. En opinión de Arriagada, este boom de la Nueva Ola que se extendió desde 1964 a 1973, permitió charlar de una industria musical nacional gracias al apoyo de los sellos discográficos, de las radioemisoras, prensa, administradores de salas y empresarios del espectáculo, en una relación donde todos ganaban. En Melipilla las funciones Vencedorà lo demostraban. Todas eran a tablero vuelto, y aquello ratificaba la confianza de Arriagada tanto en el trabajo con Massoud, como en la calidad de la parrilla que habÃa diseñado para encantar al sabido Circunscrito. Yo agarraba mi automóvil, partÃa a Melipilla y le decÃa oye José, tengo a este músico y a este otro para el show. Llegaba a la Radiodifusión, comÃamos juntos y almorzaba con su comunidad. HabÃa una amistad, una credibilidad y una puesta de pilas para allá y para acá. Yo generalmente pincha aqui iniciaba mis giras en Melipilla, porque Bancal para mà una cosa segura, marcaba el promedio de lo que podÃa hacer luego. Transportada en un bus Mercedes Benz, la cáfila habitualmente recalaba en Melipilla compartiendo función con la ciudad de Santo Antonio. Esto significaba que el Súper Show 007 se iniciaba en el puerto a las 20 horas y una hora a posteriori comenzaba en el Palace de Melipilla. En el inicio de una de esas veladas actuó Yerko Milenko. De nombre real Mario Galleguillos, era un muchacho melipillano educado en la Escuela N 1, cuyos tÃos de Santa Rosa en el sector de Puangue, tocaban el arpa, el acordeón y la guitarra. Desde muy muchacha comenzó a cantar, influenciado por Miguel González y Charo González, dos hermanos melipillanos que hacÃan sus armas en el canto, participando en audiciones radiales y en espectáculos en Santiago y ValparaÃso.
Los rociadores pueden tener entre 1 y varias funciones. Estos tipos de salida del agua pueden ser muy diversos: tipo spray, tipo afluencia, tipo cascada, etc…
77 pre ajustado. En el intermedio ellos se iban a ingerir al Capri. Ahà yo les preguntaba cosas. El Hugo Lagos, de los hermanos Lagos, muy conocido porque fue el primero en tocar Adiós al Séptimo de Recorrido, me enseñó a tocar el arpa, a poner los dedos. El deseo de Contreras se hizo verdad, logrando convertirse en un destacado arpista y luthier de dicho instrumento. Con su folklore recorrió el paÃs decenas de veces, fuera en escenarios de teatros o salones, o en carpas de circo que iban desde el frÃo de Puerto Montt hasta el desierto del meta conspicuo. Pero antes de sus periplos nacionales y cuando aún era un joven que gustaba de su posición en la boleterÃa, fue declarante del éxito del radioteatro Hogar, Dulce Hogar!, que en 1955 agotó con dÃTriunfador de antelación las aposentadurÃCampeón. Anunciado como un formidable acontecimiento artÃstico el personal dirigido por Eduardo de Calixto incluÃa a Marta Pizarro, Mario Rebolledo, MarÃa Valdés, Marta CharlÃn, MarÃa Godoy, Elga Cristina y Blanca Arce. El paso de figuras de la Radiodifusión no se detendrÃa ahÃ. En 1956 Melipilla verÃa a la antiguamente voz principal de Los Panchos, Raúl Shaw Moreno, acompañado por su Congregación Los Peregrinos, en dos shows que tuvieron asimismo el humor de Los Caporales y la voz de Guadalupe del Carmen, sino máxima de la canción mexicana. Durante el mismo año igualmente sobrevenirÃan por la ciudad Los Hermanos Campos, Eduardo de Calixto y su compañÃa con la obra Celedonio se Divorcia, además del show de Ésta es la fiesta chilena con el sainete Hilario, corregidor Pichi pichi y la música del popular dúo MarÃa Inés. Y en noviembre, desde radio La Cooperativa Vitalicia, individualidad de los principales radioteatros como Residencial La Pichanga puso en decorado Con el bautizo de la guagüita del Pa tras P adelante.
A querella de González y Rolle, ello ocurre con tres condiciones 14. Y el teatro a comienzos de siglo al menos cumple dos: la de profesionalización del comediante y el creciente aumento de la ofrecimiento cultural. Vinculado a ello, y gracias a esta incipiente masificación, el teatro se convierte en el contenedor de los fenómenos culturales del mundo, lo cual significaba la máxima conexión con lo que acontecÃa fuera de los horizontes del paÃs, en términos de insu- 11 En este sentido, Hardoy y Aranovich al estudiar la ciudad americana mencionan que la inclusión de un teatro puede ser entendida como un servicio cultural llegado el siglo XVII, que a querella de nosotros se convierte, seguidamente, en un requisito de urbanidad. TriunfadorÃ, Hardoy y Aranovich mencionan que: Gradualmente fueron introducidas en las ciudades coloniales costumbres y medios caracterÃsticos de las sociedades cultas españolas y europeas. Las representaciones teatrales y torneos de postas, la leÃda de libros importados y la impresión de libros en América, la publicación de hojas con información y luego periódicos y diarios, constituyeron manifestaciones culturales de la sociedad colonial. Algunas populares, como el teatro, otras más seleccionadas como la posesión de la biblioteca, pero de todos modos prácticamente las únicas durante los siglos XVII y XVIII. Al respecto: Hardoy, J. & Aranovich, C., Escalas y funciones urbanas de la América Españoleaje en torno a Un ensayo metodológico en De Solano, F. (coord.), Estudios sobre la ciudad Iberoamericana, Madrid, C.I.S.C., Aunque, tal como afirman González y Rolle, asimismo lo serán por el circo (op. cit. González & Rolle, pp ) y por el kiosco de la plaza pública donde emergÃan las bandas (op. cit. González & Rolle, pp. 274 y ss.). 13 Op. cit. González & Rolle, p Op. cit. González & Rolle, p La restante de las 3 condiciones es la de nuevas facilidades de reproducción sonora