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8 acercaba a lo potencialmente europeo para alcanzar una diferenciación de lo criollo-popular. Un aspecto constante fue que los teatros siempre se caracterizaron por ser espacios de exhibición, tanto en aquellas presentaciones para la incorporación sociedad como en recintos más modestos, donde la fascinación por lo espectacular llevaba aparejada una oportunidad de otear a los demás, de mostrarse y de encontrarse. Esto marcaba indeleblemente a los espectáculos con una connotación imperdible en el calendario y en la vida de las ciudades. Ahí están las viejas costumbres propias de la plaza pública, donde los asistentes al Teatro Municipal de Santiago acudían a las funciones bajo un fiel comportamiento establecido para ser vistos y admirados 9. El presentación podía conservarse a ser más importante que la obra misma que se presentaba. La función del teatro como espacio primordial de apreciación artística se instala en Chile al conservarse el siglo XX. Para esa data, ya existían teatros de gran capacidad, con aforos de más de mil personas en Valparaíso, Santiago, Concepción, Copiapó y Talca. Y la hacienda del país llegaba especialmente preparada para el cambio de siglo, con unos cuarenta salones de espectáculos, baratos y cultos, habilitados en Santiago, una ciudad, por ese entonces, con cerca de habitantes 10. A la vez que se construyen teatros en los centros urbanos, estos se convierten en un requisito de civilidad y progreso, propio de las grandes ciudades modernas de Oeste. Es Figuraí como las plazas de armas de diversas ciudades de Pimiento contemplan entre sus edificios principales, próximo con el teatro, el edificio notorio y 9 Op. cit. Piña, pp Op. cit. González & Rolle, p el templo católico, un almacén, singular o tal momento más restaurantes y posadas, y en algunos casos un mercado 11. La actividad de apreciación artística era aún hegemonizada por los teatros 12. Al no sobrevenir radio ni tv, la mayoría de las expresiones musicales, teatrales y de la danza se daban en este espacio. Es más, en el teatro nace el embrión de lo que se puede Concretar como industria cultural, poco que sucede en la medida que exista un manifiesto masivo que se convierta en consumidor, más que productor 13.

19 Manual de uso y mantención del propietario del área / Concepto Design La Dehesa de las cerámicas y mantenga un stock para eventuales cambios de palmetas que deba realizar. En el caso de corresponder un requerimiento futuro En el interior del plazo de respaldo del proveedor por desperfectos de factoría, se contactará a la empresa que corresponda a través del Departamento de Post Cesión. Existe la posibilidad que el producto instalado se encuentre descontinuado o tenga diferencias de tono por ser de distintas partidas, situación en que se acertará la mejor alternativa de reparación posible al propietario sin incurrir en cambio completo del circuito o dato. En el caso que se deba incurrir en reemplazos de palmetas por fisuras de retracción o sonido hueco de la superficie de cada Dispositivo siempre que presenten rebelión, el propietario se compromete a aceptar la alternativa similar ofrecida por el fabricante. Particular precaución hay que tener al perforar una cerámica o porcelanato sin embargo que puede trizarse, romperse o desprenderse y afectar de igual forma a palmetas contiguas. La Empresa Constructora se hace responsable de las observaciones hechas en las cerámicas al momento de la entrega. Posteriormente de este proceso, es responsabilidad del propietario el correcto mantenimiento de ellas y no se acogerán a respaldo piquetes, trizaduras o saltaduras informadas a posteriori de la entrega. 2. DESCRIPCIÓN DEL DEPARTAMENTO A continuación presentaremos las principales características de los elementos de terminaciones que conforman su propiedad.

Para medir el comba del Específico, la consideración máxima que puede considerarse corresponderá a cuatro metros en cada localidad. Queda estrictamente prohibida la asistencia de personas de pie. porque como las salas con que cuenta son reducidas en tamaño no puede hacerse partícipe a toda la sociedad de Melipilla en cada momento. Encima si determinado tiene distinto interés de asistir a estas veladas de arte cultural puede escribir a Circulo de Divulgación Cultural, Casilla 53, Melipilla 184. Tres años más tarde, en marzo de 1946, un grupo de vecinos patrocinados por el municipio se embarcó en la idea de tener conciertos de música clásica, interpretada por importantes músicos seleccionados en Santiago. La primera fecha fue el turno del violoncello con Rolando Valenzuela, quien interpretó en el Teatro Serrano creaciones de Haydn, Bach y Mozart, entre otros. Músicos de renombre universal y consagrados como los maestros en ese bello arte de sutil y superior belleza, en ese arte que llega a todos para absorber cerebro y corazón expresó El Labrador 185 los díVencedor previos a la primera cita musical. La segunda aniversario cambió de decorado. La razón estuvo en que la concurrencia no ameritaba un espacio tan sobresaliente, y que el giro de los organizadores para con el ciclo era de un bullicio menos rústico que el Serrano y más selecto, considerando la gratuidad de la cita. Para esta excursión, la invitada fue Olga Fariña. En el cloruro sódicoón municipal, dispuesto para 230 personas, la cantante oda deleitó a un sabido integrado por las familias más importantes de la comuna, en dependencias edilicias adornadas con dalias rojas, jarrones y cubiertas de una Entorno distinta. La tercera y última jornada no cambió de locación, permaneció en la casa consistorial, pero exigió la importación de una 184 El Labrador, 17 de marzo de El Labrador, 24 de marzo de

Y a nosotros nos gustaba cualquiera, si la cuestión Cuadro ir a la matiné. Había mexicanas con personajes como el Zorro o El Tigre. Bancal entretenido, sobretodo cuando estábamos un poco más grandes y éramos más desordenados y teníamos roce con los compañeros. Cuando era una película de actividad, de indios, generalmente los indios la estaban ganando toda y a los uniformados sin embargo no les quedaban balas, y al último un compadre decía qué vamos a hacer, otro decía rindámonos, que no, y no faltaba el que metía un palo en el rifle y cloruro sódicoía una bandera que decía Bang!, tonteras Vencedorí. Luego sonaba la trompeta con los refuerzos de la caballería y comenzábamos a golpear la Colección con los zapatos. El Teatro Serrano se movía y sonaba muy musculoso, imagínate cien compadres golpeando porque venía la caballería. Y a veces salvaban la película y los indios se iban. Los cabros cloruro sódicoían de la película diciendo qué bueno, se salvaron los compadres. La Parentela se metía en las películas, participaba. La desinhibición y el flujo de las emociones ocurría en el Serrano al amparo de una oscuridad igualadora, que respondía a los estímulos de una pantalla donde se sucedían simpatíaíos, corridas, balaceras, besos, matanzas y persecuciones en las que el notorio se involucraba como un tercer actor, un partenaire que seguía tanto las variaciones del filme u obra de turno, como las propias que se daban entre la concurrencia. Decenas de héroes e ídolos infantiles nacieron allí. Y en la calle y la casa todo servía para imitar a los cocodrilos de Tarzán, las pistolas de los blue jeans y las plumas de los indios que siempre perdían en los westerns del gran pantalla

10. además de satisfacer, les abrían un horario impensado hasta ese momento. Como ni siquiera tenían nombre para estas nuevas funciones, las bautizaron con el nombre de vermouth, el trinque favorito de las señoras. De esta modo, desde un inicio la vida cinematográfica en Chile tuvo los tres horarios que se convertirían en un clásico: matiné, vermouth y Confusión 81. El dueño del Biógrafo Kinora era un castellano llamado José Casajuana Ochoa, que en 1907 trajo a Chile una máquina de proyección con la distinto característica de ser móvil. Es decir, podía itinerar en cualquier parte e instalarlo con relativa facilidad. Llevaba consigo cintas de noticieros y otras como Las corridas de toros, Ladrones de Nidos, La Toma de Puerto Arturo, Los Últimos DíTriunfador de Pompeya, todas ellas de origen francés, italiano, ruso o sueco 82. Europa fue la cuna fílmica y de allí el cinema se esparció por el mundo con una velocidad feroz, a tal punto que llegó hasta Melipilla rápidamente. Con breves películas cómicas y dramáticas, y con cintas de actualidades, arribó de la única forma en que podía hacerlo: como la tomatillo de la torta para las celebraciones patrias de El municipio cada año coordinaba una comisión particular para el aniversario de la independencia Doméstico, que incluía el Te Deum habitual en la Iglesia Matriz, carreras pedestres, discursos, recitaciones, faroles chinos, fuegos artificiales, la música de la lado y el desfile de carros alegóricos en la Plaza de Armas, a lo que sumaban partidos de fútbol y carreras de caballos en el sector de El Llano. 81 Santana, Alberto, Grandezas y miserias del cinematógrafo chileno, Santiago de Chile, Editorial Misión, 1957, pp Op. cit. Santana, p

Triunfadorí la graficó el obra que promocionó el informe La Constitución, titulado Deberes de la mujer cristiana, del Presbítero José Venegas, donde se le enseñaba no sólo a comportarse de acuerdo a los criterios de Cristo, sino igualmente como mujer. Según la publicidad, era lectura indispensable para la mujer católica, sea soltera, casada o viuda 60. No cualquier mujer lo podía descubrir, porque el censo de 1895 daba cuenta que de los habitantes del país, solamente un 32% sabía descubrir y escribir. En estos tiempos de cambio de siglo y en un mundo de hombres, los teatros existentes eran dos: el Teatro Pasatiempo, de un señor de apellido Puigcerver; y el teatro de Ricardo Cortínez, quien junto con tener una tienda de diversos productos, igualmente contaba con dicho recinto de calle Ortúzar. Ningún poseía salvoconducto comercial para tal giro, y eso era en parte porque estos espacios de pequeñCampeón dimensiones eran utilizados esporádicamente. Su actividad se remitía a beneficios organizados por el cura del pueblo, quien traía algunos músicos de Santiago; o por el comerciante Cortínez, simplemente para adivinar gusto a una sociedad que se aburría soberanamente, especialmente en los díVencedor de otoño e invierno. La primavera y el verano eran más benignos para actividades que se hacían, principalmente, en la Plaza de Armas, rodeando el kiosco sobre el que se instalaban los músicos de la siempre carente de capital lado municipal. Cinco eran las 60 Por cierto los cánones estéticos de la mujer eran, y serían hasta los primaveras 60, tremendamente estrictos. Una carta de un Congregación de mujeres de Melipilla, publicada por El Comercio, el 1 de marzo de 1907, bajo el titulo Disfraz inaceptable, criticaba la vestimenta de una mujer proveniente de otra ciudad, que paseó por la Plaza de Armas con un traje de hombre. La misiva de este grupo de mujeres se quejaba diciendo: Con este acto, que seguramente meditó mui poco la simpática señorita, se hizo el hazme reír de muchos jóvenes dándoles al mismo tiempo motivo para que nos juzgaran mal a todas aplicándonos calificativos que la delicadeza nos priva de tirar

Mientras, en los barrios sucedían cosas, pocas, aisladas, llenas de la adrenalina por exponer el cuerpo y una vida frágil que necesitaba cobijo. Allí la Iglesia Católica en Melipilla, tal como en todo el país, fue refugio de muchas voluntades de asociatividad que vieron en la cruz de Cristo una válvula de escape. Enrique Valdés, quien sería un actor relevante en la vida política y cultural de Melipilla al crear el Centro Cultural Pehuén, fue uno de aquellos que vivió la infancia, adolescencia y primera juventud en los setentas, allegándose a la parroquia La Merced y a los grupos que allí se formaban para asociarse con otros. Empecé a participar cuando tenía 14 años, cualquiera me llevó. Había varios grupos, se aumentaron posteriormente, llegaron personas mayores aún. Mi inquietud Bancal la asociación, porque nos vimos limitados. Cuadro recomplicado juntarse, pero la Iglesia daba esa posibilidad. Ahí me hice mis grandes amigos y a través de la participación eclesiástica y social empezamos a pensar qué pasaba en Melipilla y en el país, y nuestra función como Congregación fue de apoyo, a los que hacían catequesis, en el incremento de la música. Con algunos amigos de ahí fundamos el Pehuén, y lo mismo estaba ocurriendo en la parroquia San José y en la parroquia Santo Agustín. Por cosas naturales empezamos a interrelacionarnos, a desarrollar teatro en el mismo templo sobre las cosas que nos ocurrían como sociedad. Al tejadillo del catolicismo, las vocaciones artísticas fueron creciendo y alimentándose. Pero si correctamente los grupos juveniles hacían sus trabajos en parroquias, a la similar intentaban resistir a cabo peñGanador que pretendían fueran ocultas de los militares, aunque Melipilla era una ciudad tan pequeña que difícilmente resistía que una parte no supiera lo que hacía la otra. En 1978 se pro

73 Con el pasar de los abriles no solamente sería el puntal de grupos musicales, sino un efectivo impulsor de la guitarra en la ciudad 190 y singular de los precursores y protagonistas del festival más importante realizado en los teatros en Melipilla, pero para eso aún evitaría tiempo. Unos años beocio que Sagredo, y sólo dos semanas antes de este mítico acercamiento con el trío de boleros Los Panchos, otro Irreflexivo estaría una gran emoción propia de aquellos tiempos. Fue en la Fiesta de la Primavera, cuando la tradicional celebración organizada ese año por el Cuerpo de Bomberos, y liderada por su comandante Oscar Núñez, bullía con competencias deportivas, festejos en el teatro, corsos, carros alegóricos adornados, obras de beneficencia, música en la Plaza de Armas, murgas y comparsas, y el entretenimiento del mejor disfraz pueril en que un muchacho de 8 años sacó el segundo sitio. Su nombre: Ramón Núñez Villarroel, el mismo que abriles luego se modificaría en primera figura del teatro Doméstico y, décadas más tarde, en Premio Doméstico de Arte, mención teatro 191. Núñez Cuadro hijo del ambiente de las tablas que de manera amateur se había cultivado incipientemente desde los primaveras vigésimo en el pueblo melipillano. A mi padre le gustaba mucho el teatro y yo crecí en un medio donde se hablaba mucho de teatro, se hablaba de chascarros, cuentos, anécdotas, historias divertidas de cuando mi abuela iba con la empleada con canasto con sanguches y empanadas para que no les diera sofocación con tanta comedia. Se demoraban un año en soliviantar 190 Al respecto revísese el artículo: Cabrera, Valeska Historia de la Guitarra Clásica en Melipilla I y II en Tribuna Pública, Año VI, núm.

14 XX hasta 1932, año previo a la inauguración del Teatro Serrano. Este período es prolífico conveniente a que en él se concentra el mayor número de teatros que ha tenido la ciudad. El posterior período transcurre desde la creación del Serrano hasta el año de la creación del Cine Palace, es afirmar entre 1933 y El tercer capítulo narra el apogeo del Palace, abarcando desde 1969 hasta 1989, cuando sin embargo su actividad venía en franco decaimiento. Este tercer período concluye acá acertado a que con la redemocratización en la período de 1990, y el cambio del contexto social y político que ello implicaría, se auguraba una comprensión y renacimiento de las artes en Ají, pero que en Melipilla no existió. Por esta razón, el capítulo 4 aborda separadamente la situación exquisito-cultural melipillana desde 1990 hasta final de siglo. Ahora correctamente, en lo que respecta al entrada a las evidencias empíricas, previo a la búsqueda de fuentes primarias, se comenzó con el Descomposición de la bibliografía existente respecto de Melipilla y sus aspectos culturales e históricos 34. Los libros a los cuales se accedió fueron: Melipilla, entre la historia y la Inscripción, de Carlos Avilés 35 ; Recopilación de Melipilla, de Carlos Ruiz-Tagle 36 ; Historias locales III, de Hanny Suckel y Jorge Larenas 37 ; y Melipilla en la literatura chilena, de Gustavo Santo Martín 38. En tér- 34 Cerca de añadir que estos fueron todos los textos catalogados en la Biblioteca Nacional. Lo que corresponde a su oportunidad al Depósito Legítimo, es opinar, la obligación civil de destinar ejemplares para ser ingresados a los registros nacionales. Disposiciones contenidas en la Ralea de Sobre libertades de opinión y ejercicio del periodismo, Artículo Avilés, Carlos, Melipilla, entre la historia y la Divisa, Santiago de Ají, Eds. Nueva Trayecto, Ruiz-Tagle, Carlos, Recopilación de Melipilla, Santiago de Chile, Ilustre Municipalidad de Melipilla, Suckel, H.

El Pimiento Perplejo, del avanzar sin transar al transar sin detener, Santiago de Chile, Ariel, 1998, p Human Rights Watch, Los límites de la tolerancia: voluntad de expresión y debate manifiesto en Chile, Santiago de Ají, LOM Ediciones, 1998, p El Labrador, 8 de junio de homenaje a unidad de los padres del radioteatro y las telenovelas. Moya Grau terminaba de acudir la teleserie María José en Canal 13, la primera del rubro hecha en Ají, y con parte de ese elenco presentó A mí me lo contaron, sainete de Lucho Córdova y Américo Vargas. En estas actividades, Mallea siempre procuraba involucrar a los niños del colegio con los actores y actrices que acudían a la ciudad. Ganadorí, ese mediodía de junio, parte del estudiantado presentó una parodia de la misma teleserie con mariposas, enanos y una Comparsa inmaduro de pequeños animales. Los chicos lograban acercarse al teatro y lo harían una tiempo más, un mes después, con la puesta en escena de Mi adorada idiota con Jael Unger, Gastón Quezada y Tennyson Ferrada en el mismo Palace. El afán teatral de Eduardo Mallea es recordado por su hijo Eduardo con las imágenes de una infancia en que veía pulular por su hogar a figuras de las tablas nacionales. En ese tiempo mi papá estaba a cargo del colegio Alonso de Ercilla, y le escribió una carta a Moya Grau, y él trajo todo el personal de una teleserie que era la única de ese entonces. Y de ahí empezó el vínculo. Luego mi papá se encontró con un amigo: Ramón Núñez. Lo fue a ver a Santiago y empezaron a traer obras de las escuelas de teatro y del teatro de la Universidad Católica, con unos montajes que ahora no hay, una cosa tremenda, y se hacían temporadas en Melipilla. Y de ahí suma y sigue, vinieron todas las obras de la Católica, morapio el teatro ICTUS, con Nissim Sharim, Delfina Guzmán, Silvia Piñeiro. Todas ellas eran mis tíFigura, pasaban en la casa, y igualmente empezó a traer espectáculos que ni él mismo se explicaba cómo podía traerlos

99 todas las figuras del momento. Tendrían que acontecer traído figuras extranjeras y eso no se estilaba. En opinión de Arriagada, este boom de la Nueva Ola que se extendió desde 1964 a 1973, permitió charlar de una industria musical nacional gracias al apoyo de los sellos discográficos, de las radioemisoras, prensa, administradores de salas y empresarios del espectáculo, en una relación donde todos ganaban. En Melipilla las funciones Vencedorí lo demostraban. Todas eran a tablero vuelto, y aquello ratificaba la confianza de Arriagada tanto en el trabajo con Massoud, como en la calidad de la parrilla que había diseñado para encantar al sabido Circunscrito. Yo agarraba mi automóvil, partía a Melipilla y le decía oye José, tengo a este músico y a este otro para el show. Llegaba a la Radiodifusión, comíamos juntos y almorzaba con su comunidad. Había una amistad, una credibilidad y una puesta de pilas para allá y para acá. Yo generalmente pincha aqui iniciaba mis giras en Melipilla, porque Bancal para mí una cosa segura, marcaba el promedio de lo que podía hacer luego. Transportada en un bus Mercedes Benz, la cáfila habitualmente recalaba en Melipilla compartiendo función con la ciudad de Santo Antonio. Esto significaba que el Súper Show 007 se iniciaba en el puerto a las 20 horas y una hora a posteriori comenzaba en el Palace de Melipilla. En el inicio de una de esas veladas actuó Yerko Milenko. De nombre real Mario Galleguillos, era un muchacho melipillano educado en la Escuela N 1, cuyos tíos de Santa Rosa en el sector de Puangue, tocaban el arpa, el acordeón y la guitarra. Desde muy muchacha comenzó a cantar, influenciado por Miguel González y Charo González, dos hermanos melipillanos que hacían sus armas en el canto, participando en audiciones radiales y en espectáculos en Santiago y Valparaíso.

Los rociadores pueden tener entre 1 y varias funciones. Estos tipos de salida del agua pueden ser muy diversos: tipo spray, tipo afluencia, tipo cascada, etc…

77 pre ajustado. En el intermedio ellos se iban a ingerir al Capri. Ahí yo les preguntaba cosas. El Hugo Lagos, de los hermanos Lagos, muy conocido porque fue el primero en tocar Adiós al Séptimo de Recorrido, me enseñó a tocar el arpa, a poner los dedos. El deseo de Contreras se hizo verdad, logrando convertirse en un destacado arpista y luthier de dicho instrumento. Con su folklore recorrió el país decenas de veces, fuera en escenarios de teatros o salones, o en carpas de circo que iban desde el frío de Puerto Montt hasta el desierto del meta conspicuo. Pero antes de sus periplos nacionales y cuando aún era un joven que gustaba de su posición en la boletería, fue declarante del éxito del radioteatro Hogar, Dulce Hogar!, que en 1955 agotó con díTriunfador de antelación las aposentaduríCampeón. Anunciado como un formidable acontecimiento artístico el personal dirigido por Eduardo de Calixto incluía a Marta Pizarro, Mario Rebolledo, María Valdés, Marta Charlín, María Godoy, Elga Cristina y Blanca Arce. El paso de figuras de la Radiodifusión no se detendría ahí. En 1956 Melipilla vería a la antiguamente voz principal de Los Panchos, Raúl Shaw Moreno, acompañado por su Congregación Los Peregrinos, en dos shows que tuvieron asimismo el humor de Los Caporales y la voz de Guadalupe del Carmen, sino máxima de la canción mexicana. Durante el mismo año igualmente sobrevenirían por la ciudad Los Hermanos Campos, Eduardo de Calixto y su compañía con la obra Celedonio se Divorcia, además del show de Ésta es la fiesta chilena con el sainete Hilario, corregidor Pichi pichi y la música del popular dúo María Inés. Y en noviembre, desde radio La Cooperativa Vitalicia, individualidad de los principales radioteatros como Residencial La Pichanga puso en decorado Con el bautizo de la guagüita del Pa tras P adelante.

A querella de González y Rolle, ello ocurre con tres condiciones 14. Y el teatro a comienzos de siglo al menos cumple dos: la de profesionalización del comediante y el creciente aumento de la ofrecimiento cultural. Vinculado a ello, y gracias a esta incipiente masificación, el teatro se convierte en el contenedor de los fenómenos culturales del mundo, lo cual significaba la máxima conexión con lo que acontecía fuera de los horizontes del país, en términos de insu- 11 En este sentido, Hardoy y Aranovich al estudiar la ciudad americana mencionan que la inclusión de un teatro puede ser entendida como un servicio cultural llegado el siglo XVII, que a querella de nosotros se convierte, seguidamente, en un requisito de urbanidad. Triunfadorí, Hardoy y Aranovich mencionan que: Gradualmente fueron introducidas en las ciudades coloniales costumbres y medios característicos de las sociedades cultas españolas y europeas. Las representaciones teatrales y torneos de postas, la leída de libros importados y la impresión de libros en América, la publicación de hojas con información y luego periódicos y diarios, constituyeron manifestaciones culturales de la sociedad colonial. Algunas populares, como el teatro, otras más seleccionadas como la posesión de la biblioteca, pero de todos modos prácticamente las únicas durante los siglos XVII y XVIII. Al respecto: Hardoy, J. & Aranovich, C., Escalas y funciones urbanas de la América Españoleaje en torno a Un ensayo metodológico en De Solano, F. (coord.), Estudios sobre la ciudad Iberoamericana, Madrid, C.I.S.C., Aunque, tal como afirman González y Rolle, asimismo lo serán por el circo (op. cit. González & Rolle, pp ) y por el kiosco de la plaza pública donde emergían las bandas (op. cit. González & Rolle, pp. 274 y ss.). 13 Op. cit. González & Rolle, p Op. cit. González & Rolle, p La restante de las 3 condiciones es la de nuevas facilidades de reproducción sonora

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